El diseñador mecánico Kenji (52) recorre la Ciudad de Cristal en su Merckx de titanio

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Mechanisch designer Kenji (52) stuurt titanium Merckx doorheen The City of Glass

En los hermosos parques entre las montañas y el océano de Vancouver, los transeúntes suelen ver al diseñador mecánico Kenji (52) disfrutando de un paseo en su Eddy Merckx EX de titanio de 1996. Detrás del brillante cuadro se esconde una historia de pasión y artesanía. “Todo comenzó cuando, por una corazonada, escribí ‘Eddy Merckx’ en eBay”, sonríe el canadiense con estilo.

En la City of Glass, Kenji se siente en casa, especialmente cuando puede subirse a su Merckx. Una bicicleta que capta la atención de inmediato. Si no son los porta bidones cromados, lo son los frenos de llanta o las pegatinas de Molteni en las ruedas. “Cada pequeño detalle hace que esta bicicleta sea especial. Solo tienes que mirar en cualquier parte y siempre habrá algo que te sorprenda.”

Kenji lleva 24 años trabajando como diseñador mecánico. No tenía una conexión especial con el ciclismo hasta que su amigo Cyrus despertó su curiosidad. "Él tenía una tienda de zapatillas premium y allí tenía una fixie en exhibición. Cuando pregunté por ella, me habló de MASH en San Francisco." Este nombre, casi sagrado en el mundo de las fixies y el urban cycling, comenzó como un proyecto de video en el que ciclistas atravesaban el tráfico urbano a alta velocidad. Con los años, se convirtió en una comunidad dedicada al fixed-gear y a las carreras critérium.

"El momento era perfecto", continúa Kenji. "En ese entonces, el fútbol y el fitness eran mis grandes pasiones, pero mi tobillo empezó a molestarme y buscaba algo menos agresivo para mi cuerpo. Así que en 2009 comencé a construir y montar fixies. ¡Los videos de MASH fueron una gran fuente de inspiración! En esa época, incluso encontré algunos colegas con los que salíamos a montar cada semana. Durante años, las salidas nocturnas fueron lo mejor de mi semana. Gracias a esto, hice grandes amigos."

Arcobaleno

Con el tiempo, Kenji sintió la necesidad de escalar. "Quería probar rutas más largas y adentrarme en las montañas. Por eso compré mi primera Cervélo S3 Full Carbon Di2 en el oeste de Canadá. La gente me preguntaba qué opinaba del cambio electrónico, pero no podía compararlo con el cambio mecánico porque nunca lo había usado en mis fixies (ríe). Se puede decir que me salté un paso."

"Escalar me hizo bien mentalmente. Un día me ofrecieron cambiar mi bicicleta de ruta por una Eddy Merckx de acero (una Arcobaleno de 1997) y acepté. Fue mi primera experiencia con la marca y me hizo enamorarme de la bicicleta nuevamente. Con un par de ruedas ENVE, me sentí renacer. Ese año pedaleé más de 17.000 km – la competencia en STRAVA me atrapó por completo."

Actualmente, la Arcobaleno está esperando un nuevo tubo de sillín en un taller de bicicletas, ya que Kenji cambió a una bicicleta del equipo MASH x Santa Cruz Stigmata. "Con ella pude explorar senderos y bosques. Después de tanto tiempo en el tráfico, fue una revelación. 18.000 km después, construí una bicicleta de carbono Cinelli con un grupo SRAM y nuevas ruedas ENVE, y volví a la carretera. Como habrás notado, para mí es esencial armar una bicicleta con componentes que se adapten perfectamente."

Pure bliss!

Así llegamos al momento en que Kenji encontró una Eddy Merckx en línea. Era un modelo de titanio, equipado con un grupo Campagnolo Chorus de 8 velocidades. Era el destino: la Merckx estaba en su misma ciudad. "Podría haber estado en cualquier parte del mundo, pero estaba aquí. El dueño original la compró en 1996 y no recorrió más de 500 km con ella antes de dejarla acumulando polvo en el garaje."

"Quería actualizar el grupo a un modelo Campagnolo de carbono más moderno, y mi mecánico y amigo Clint (del VeloStar Café) me convenció de optar por el último grupo mecánico de 12 velocidades con platos personalizados de 52/39. Encontré en España una potencia 3ttt Eddy Merckx Panto Quill de los años 80 y en Alemania un juego de bujes Campagnolo Electron vintage de 24 agujeros. Mis amigos de WEIS MFG en Brooklyn fabricaron un tubo de sillín de titanio impreso en 3D a medida para mí, con un acabado que combinaba con el cuadro y un sutil logo a juego con los de Merckx."

"Luego busqué llantas de carbono y diseñé mi propio grabado láser, que hice aplicar en los laterales. Estoy realmente emocionado con el resultado. Incluso me hicieron pegatinas especiales oil slick con algunos logotipos adicionales que quería destacar. Ahora la bicicleta está equipada con un sillín Selle San Marco ShortFit CarbonFX S3 y monta neumáticos Continental Grand Prix 5000 de 28 mm con cámaras de aire Schwalbe Aerothan de competición – y se desliza sobre el asfalto con una suavidad increíble."

Gracias a su amplia red de contactos, Kenji ha logrado construir su bicicleta Eddy Merckx definitiva. "El resultado final es incluso mejor de lo que imaginaba. Después de probar grupos electrónicos y frenos de disco, he vuelto a un montaje con una estética retro-modern. ¡Pura felicidad! Es increíble que un cuadro de 1996 pueda ajustarse a especificaciones modernas, con ruedas y neumáticos perfectamente equilibrados. Estoy realmente feliz de volver a montar una bicicleta con frenos de llanta."

A menudo, este ciclista hipster sale con amigos de la comunidad ciclista de Vancouver. "No importa en qué bicicleta montes, siempre habrá un grupo para ti. Para mí, la bicicleta significa mucho. Es una forma de ser social, pero también de explorar. Cada vez más, me animo a salir solo, aunque siento que es mi deber compartir mi pasión. Sí, es un gasto, pero es dinero bien invertido en un hábito saludable. La naturaleza como espacio para sanar: creo que debemos aprovecharla tanto como podamos.”

Conocimiento sin fin

La dirección de referencia de Kenji en Vancouver es Velo Star Cafe. «Los propietarios de la tienda, Clint y Kat, son ávidos entusiastas y coleccionistas de Eddy Merckx. Clint conoce y ama todo lo relacionado con el ciclismo y hace que todos los que entran en su tienda se sientan bien con su bici y con las posibilidades de aventura sobre dos ruedas. Sin actitud y con conocimientos infinitos». Así que sin duda merece la pena una visita para los que pasen por Vancouver.
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